martes, octubre 25, 2005

Consejo

Siempre antes de criticarte me detengo a pensar. ¿no hago yo lo mismo que te quiero hacer notar? ¿no corro el peligro constante de hacerlo?
Gracias a ti he aprendido mucho de mí, y de todo lo que puedo mejorar. Me has dado material de sobra, cada choque deja astillas de razón, y cada crítica, irrefutable, perfectamente hilvanada para que no puedas escapar, me ha quedado a mí también, quizá hasta mejor que a ti.
Llegas a desesperarme, por lo poco valiente que eres con respecto a mi, por como cada piedra en la vereda te ha hecho en su momento dar media vuelta y regresar sobre tus pasos. Un tiempo traté de tenderte un camino perfecto, pulido, para que no huyeras, después decidí dejar fluir mis propias necesidades, y el camino se tornó muy difícil, o quizá no tanto, nunca lo sabremos porque no lo recorriste. Un anuncio de advertencia fue suficiente para alejarte definitivamente –por un tiempo – del recorrido. Como experimento y por una combinación de circunstancias, quité el anuncio y te regalé un mapa, que detalla algunos de los atajos que puedes tomar cuando camines por aquí.
Mi consejo, mi crítica más bien, era por tu falta de constancia, por cómo renuncias de inmediato a la primera dificultad. Lo viví en carne propia, y me quedé sin fuerzas para ir abriéndote brechas en mi propia selva. Te dejo ahora, con tu mapa, con tu machete y con tu astucia, yo no puedo ayudarte a caminar, sino, acaso, recorrer a veces al lado tuyo, o esperarte al final de la jornada.
Como siempre, no se si quieras o puedas pensar que estas palabras son ciertas, como siempre, dudo que te sirvan de algo en realidad y como siempre, muchas gracias por dejarme ver en ti en lo que yo puedo errar.

1 Comentarios:

Blogger hada guerrera dijo...

perdoname alfonso perdoname... ahora te comprendo, por favor perdoname...

12:37 p.m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal