lunes, julio 25, 2005

Lugar perfecto

Como el primer cerdito del cuento, hice mi casita con paja y hojas secas… sentí que era el lugar más seguro sobre la tierra, me cuide de evitar que entraran cucarachas, cuidé que la vista fuera la mejor, que en invierno no hiciera frío… me encargué de llenar mi refrigerador con lo que más me gusta y tener los mejores libros para que me acompañaran.
Fabriqué un paraíso perfecto del que nunca más tendría que salir… terminé mi misión de vida y me preparé para una larga jubilación en mi lugar…
Vino un lobo, sopló y sopló, y mi casita quedó hecha añicos. Me dispuse a reconstruir, que otra opción me quedaba. Esta vez con tablones de madera en lugar de paja y hojas secas, con mejores libros, un refrigerador más grande y una nueva vista desde un tapanco, mejor vista que la anterior… Me dispuse a tener, ahora si, mi jubilación, me senté en la mecedora de la sala y abrí un libro. Terminé ese libro y otros dos, comí lo que quise, hasta que un día le hablé al lobo feroz –hey lobo, tengo una casa nueva y más resistente que la anterior, ¿quieres ver como anda tu aliento?- el lobo llegó, y minutos después estaba yo sentado sobre escombros… ¡que emoción! Esta vez mi casita tendrá tres pisos, y un jardín con hortalizas, una pared de roca con una chimenea, un cuarto de juegos, y por fin tendré mi retiro anhelado.
Una semana después había tres lobos, llamados por mi tratando de tirar mi casa… solo lograron abrir un boquete en un muro lateral, suficiente para hacer una nueva puerta que diera a una alberca que siempre había querido tener…
Todo habría sido perfecto, ya no había lobo que pudiera entrar a mi mundo perfecto, tenía todo lo que necesitaba, pero… a las dos semanas llegó una plaga de termitas… bueno, sería inapropiado culparlas, porque yo mismo las llamé… fueron la excusa perfecta para remodelar todo el lugar, me tomo varios años, pero logré el sitio idea para mi retiro… hasta que llegó un águila a anidar en mi chimenea… eso no se podía quedar así, le construí una casa completa al águila sobre mi azotea, lo mínimo que podía hacer si yo fui quien la invitó a quedarse.
Llegaron huracanes, terremotos, nuevos habitantes, cada uno dejando su huella en mi casa perfecta y demostrándome lo lejos que estaba de encontrar mi lugar de retiro, y de querer encontrarlo…

Me encanta solucionar todos los problemas de mi vida, quitarles sus máscaras terribles y construir una “estabilidad duradera”… pero creo que me gusta más buscar, encontrar y convencer a alguien para que me derrumbe mi espacio… me demuestre que falta mucho por resolver o me traiga nuevo retos contra los cuales luchar. Solo así me siento verdaderamente vivo…

-¿quieres ser mi lobo feroz?
-

2 Comentarios:

Blogger arboltsef dijo...

me encantó este post... de verdad que si!

11:42 a.m.  
Blogger Isha.Net dijo...

dice un amigo que la vida facil es aburrida, por eso le encanta complicarcela..
quizas nada qe ver, pero tu post me gusto jajaja

12:48 a.m.  

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