De ligues y de ligas…
Parece que desde que nací tenía una anomalía: la gravedad no me afecta, el mundo no me atrae hacia su centro, y por lo tanto estoy condenado a morir tarde o temprano al salir volando sin poder regresar.
Pero parece que también desde que nací, estaba amarrado a algo, en un principio estaba solo amarrado a mi madre, amarrado por una liga, no un cordel, no un ombligo, una liga…
Desde esos lejanos años, empecé a amarrar más ligas, a diferentes personas cosas, sentimientos… amarré una liga a un juguete, nunca podría separarme del mundo mientras ese juguete me mantuviera atado a él… Ya ni siquiera lo recuerdo, esa liga se rompió cuando un juguete más nuevo se ganó una liga.
Me amarré a un amigo, no recuerdo como se llamaba, hace demasiados años que no lo veo, me fui amarrando a otros amigos, y la distancia y el tiempo gastaron la liga que me unía a él, y al no poder estar más en tensión se rompió.
Me he amarrado a muchas cosas, me he amarrado hasta a la esperanza de que tendré algo a qué amarrarme…
Me sentía muy especial, con mis ligas, a punto de salir volando… hasta que viendo con un poco más de cuidado, vi que las personas a las que me amarré también flotaban y estaban amarradas a mi, y como ellos me impedían perderme, también yo impedía que ellos se fueran sin rumbo… Una red, todos estamos en una red, que le da la vuelta al mundo, y entre todos nos mantenemos anclados.
Así, todos amarrados unos a otros y a nuestras cosas y nuestros lugares y a nuestros sentimientos, así nos vamos moviendo, cuando salimos de viaje dejamos una liga en nuestro origen, que nos hará volver, y otra en el destino, que dependiendo de la intensidad y duración del viaje puede durar para siempre o romperse cuando apenas a unos kilómetros de distancia.
Me he visto amarrado por diferentes cantidades y calidades de ligas, también he visto a otras personas amarradas, me sorprende mucho cuando veo hacia arriba y veo a alguien a punto de salir volando, amarrado solo a una o dos ligas gastadas. Siempre que puedo trato de tenderles una liga yo, bajarlos de nuevo, para que puedan encontrar más y más a qué amarrarse. También he visto personas amarradas a una sola liga, una muy fuerte, a su profesión, a su pareja, a su dinero, a su poder. Siempre me ponen nervioso esas personas, porque parece que están muy sólidas, muy pegadas al suelo, pero si algún día se les va esa sola cosa a la que se amarraron, es casi seguro que los perderemos antes de que se puedan siquiera dar cuenta. Una vez vi a alguien muy cercano casi desprenderse de la tierra, había metido demasiadas ligas a algo que al final no valió la pena, se rompieron y dio una sacudida tremenda. Le traté de tirar algo, pero nunca lo logré convencer… Por suerte, volvió, está amarrado aquí cerca, todavía se tambalea un poquito, él me inspiró a darme cuenta de que esto se debe contar…
¿A ti que te amarra? ¿Hacia donde tiras tus ligas? Hacia el pasado, hacia el presente o al futuro, o un poco en cada uno. Puede que te hayas ligado a muchas personas con ligas chiquitas, o a unas pocas con ligas más fuertes, o quizá te ligas más a cosas materiales o espirituales que a personas. Cada quien es diferente…
Yo estoy amarrado a mi oficio, a mi pensamiento, a mis valores, estoy amarrado a mi felicidad, amarado a detalles tan chicos o grandes como la luna o el atardecer. Creo que no tiro muchas ligas a la gente, más bien suelo tomar las que ellos me lanzan, pero en contados casos encuentro a alguien a quien me quiero amarar, con una liga nueva y fuerte, elástica pero resistente… creo que esas personas son mi principal soporte para no salir volando…
Si estás leyendo esto, es muy posible que seas de esas personas, ¿sabías que en parte es gracias a ti que sigo en este mundo?...
Yo quiero sospechar que si no has salido volando, es en parte gracias a mi
Pero parece que también desde que nací, estaba amarrado a algo, en un principio estaba solo amarrado a mi madre, amarrado por una liga, no un cordel, no un ombligo, una liga…
Desde esos lejanos años, empecé a amarrar más ligas, a diferentes personas cosas, sentimientos… amarré una liga a un juguete, nunca podría separarme del mundo mientras ese juguete me mantuviera atado a él… Ya ni siquiera lo recuerdo, esa liga se rompió cuando un juguete más nuevo se ganó una liga.
Me amarré a un amigo, no recuerdo como se llamaba, hace demasiados años que no lo veo, me fui amarrando a otros amigos, y la distancia y el tiempo gastaron la liga que me unía a él, y al no poder estar más en tensión se rompió.
Me he amarrado a muchas cosas, me he amarrado hasta a la esperanza de que tendré algo a qué amarrarme…
Me sentía muy especial, con mis ligas, a punto de salir volando… hasta que viendo con un poco más de cuidado, vi que las personas a las que me amarré también flotaban y estaban amarradas a mi, y como ellos me impedían perderme, también yo impedía que ellos se fueran sin rumbo… Una red, todos estamos en una red, que le da la vuelta al mundo, y entre todos nos mantenemos anclados.
Así, todos amarrados unos a otros y a nuestras cosas y nuestros lugares y a nuestros sentimientos, así nos vamos moviendo, cuando salimos de viaje dejamos una liga en nuestro origen, que nos hará volver, y otra en el destino, que dependiendo de la intensidad y duración del viaje puede durar para siempre o romperse cuando apenas a unos kilómetros de distancia.
Me he visto amarrado por diferentes cantidades y calidades de ligas, también he visto a otras personas amarradas, me sorprende mucho cuando veo hacia arriba y veo a alguien a punto de salir volando, amarrado solo a una o dos ligas gastadas. Siempre que puedo trato de tenderles una liga yo, bajarlos de nuevo, para que puedan encontrar más y más a qué amarrarse. También he visto personas amarradas a una sola liga, una muy fuerte, a su profesión, a su pareja, a su dinero, a su poder. Siempre me ponen nervioso esas personas, porque parece que están muy sólidas, muy pegadas al suelo, pero si algún día se les va esa sola cosa a la que se amarraron, es casi seguro que los perderemos antes de que se puedan siquiera dar cuenta. Una vez vi a alguien muy cercano casi desprenderse de la tierra, había metido demasiadas ligas a algo que al final no valió la pena, se rompieron y dio una sacudida tremenda. Le traté de tirar algo, pero nunca lo logré convencer… Por suerte, volvió, está amarrado aquí cerca, todavía se tambalea un poquito, él me inspiró a darme cuenta de que esto se debe contar…
¿A ti que te amarra? ¿Hacia donde tiras tus ligas? Hacia el pasado, hacia el presente o al futuro, o un poco en cada uno. Puede que te hayas ligado a muchas personas con ligas chiquitas, o a unas pocas con ligas más fuertes, o quizá te ligas más a cosas materiales o espirituales que a personas. Cada quien es diferente…
Yo estoy amarrado a mi oficio, a mi pensamiento, a mis valores, estoy amarrado a mi felicidad, amarado a detalles tan chicos o grandes como la luna o el atardecer. Creo que no tiro muchas ligas a la gente, más bien suelo tomar las que ellos me lanzan, pero en contados casos encuentro a alguien a quien me quiero amarar, con una liga nueva y fuerte, elástica pero resistente… creo que esas personas son mi principal soporte para no salir volando…
Si estás leyendo esto, es muy posible que seas de esas personas, ¿sabías que en parte es gracias a ti que sigo en este mundo?...
Yo quiero sospechar que si no has salido volando, es en parte gracias a mi
1 Comentarios:
C'est la vie mon ami.
Realmente siempre habrá algo que nos ligue, pero realmente será bueno que nuestra felicidad esté dada las ligas a las que nos aferramos? no será mejor que la liga sea sólo un apoyo y que nosotros mismos decidamos ser felices y llenos y a través de las ligas transmitir esa felicidad?, como en su momento lo hizo nuestras madres? que lo único fue una transmisión de sentimientos. No sé, si son importantes las ligas pero más importante la liga que hay dentro de nuestro interior. En fin, realmente excelente el texto porque sí, nos hemos tenido que aferrarnos a las ligas para no perdernos en la inmensidad azul.
Le calvin
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