jueves, mayo 12, 2005

Segundo

Salir de la oficina, la mente entre en blanco y demasiado saturada…
La misma esquina, si me toca el alto, sigo de frente, si está el siga a la derecha…
Extraño que caminar en esta ciudad sea un lujo…
El deporte de todas las caminatas, ¿Por qué la gente cree que nadie la ve cuando viaja en su coche? quizá por eso compran los modelos más nuevos y lujosos, porque cuando se suben creen que dejan de ser ellos y se vuelven su vehículo… en fin, mi pasatiempo es
Contar caras largas y buscar gente en esos vehículos, tratar, en un segundo, mientras no me ven, de adivinar o inventar su historia… Triste en esta ciudad ver tantas caras largas, las camiones suelen traer a una señora medio viendo adelante, sufriendo el tráfico, y medio viendo hacia atrás, sufriendo a sus hijos. Los otros vehículos suelen traer a una sola persona, desperdiciando cuatro asientos y la posibilidad de tener compañía en su viaje de regreso a casa. Las historias casi siempre las mismas, es difícil imaginarse que ese hombre de traje con la corbata un poco floja y cara de agobio vaya a ver a sus amigos o a su novia… siempre va a su casa a comer algo sacado del microondas, o al menos parece que eso va a hacer, y si en realidad fuera a ver a su novia, no auguro nada muy bueno para la relación… Todos ven al frente, y nadie se percata de que a los lados hay gente como yo, que los puede ver mientras hurgan en sus narices o mientras (los menos) pierden la compostura por un momento y cantan o bailan las canciones del radio…
Es triste que esas ventanas cancelen toda posibilidad de interrelación, la mayoría las lleva cerradas…
De vez en vez hay un personaje que merece ser recordado, a veces hasta se gana un nombre y una historia más completa o menos monótona que “el triste viaje de regreso a casa”…
Hoy fue un día de excepciones… apareció uno de esos personajes que se ganan una historia, se acababa de poner el siga, tuve que cambiar de sentido, ir a la derecha en lugar de seguir de frente. Empezaban a arrancar, lo que me dio poco más de un segundo para verla… mujer, joven cercana a mi edad, acompañada por otra mujer que no alcancé a ver, no podría decir que era guapa, de hecho ya no la recuerdo, no guapa, no fea… en realidad nada en particular, excepto que en lugar de ver al frente tenía la vista perdida en algún lugar cercano a donde mis ojos buscaban ver a quién manejaba hoy… el sentirse observada le hizo salir de su estupor, una fracción de segundo me miró a los ojos, y luego, entre que debía poner su velocidad y avanzar, y ese código no escrito de la ciudad que dice que ver a alguien por más tiempo sería inadecuado, volvió su vista a la calle…
No se si se tardó, pero me dio tiempo de sonreírle, no puedo decirla intención de mi sonrisa, no creo haber podido pensarla en esa fracción de segundo… me vio y volvió a su labor… o más bien me vio mientras giraba su cabeza… su cerebro fue más veloz que el mío, entendió la intención que yo no había entendido, mientras comenzaba a avanzar giró su cuello de regreso hacia mi, y entre sorprendida y emocionada me devolvió la sonrisa… una sonrisa dedicada, personal, mía… una sonrisa que se plantó en mi cara y que no me pude quitar por dos cuadras más…
Por una fracción de segundo se transmitieron más ideas y pensamientos de los que podría escribir: solidaridad, comprensión, complicidad ante la indiferencia del resto de las personas… por un momento fue una amiga íntima, fue quien más me conocía en el mundo, fue mi pareja de ese segundo, con todos los privilegios y responsabilidades…
En un segundo la conocí, me enamoré, la amé y la dejé ir. Nuestros caminos se separaron, pero estoy seguro de que ni ella ni yo nos olvidaremos por un buen rato…
Y solo por compartir una sonrisa en un semáforo…

3 Comentarios:

Blogger hada guerrera dijo...

es padre poder platicar contigo en esta manera tan indirecta, y q puedas compartir tus pensares... nutriendo a los q leemos... de nostalgia, risas, entre otros...

11:10 a.m.  
Blogger Miss Anesthesia dijo...

que valiosas son esas fracciones de segundo... verdad???

saludos y abrazos

12:14 a.m.  
Blogger PiKkU pIrU dijo...

lamentablemente, en una ciudad como esa, es muy dificil tener interaccion, el estress, la inseguridad, los problemas, etc... no nos dejan. pero concuerdo contigo y es muy entretenido ver a las personas que estan en un alto en los coches de alrededor

11:13 a.m.  

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